Muchos hemos quedado perplejos con la magnitud y belleza de nuestro Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo de la Nación. Detrás de esos muros que han visto pasar a todos los presidentes del México Independiente y a algunos Virreyes de la Nueva España se esconden innumerables anecdotas, verdades o ficción, lo cierto es que son interesantes.
Una de ellas dice que: A la caída del Imperio Azteca a manos de Hernán Cortés, la corona Española le ofrece un palacio al conquistador, y éste pensándolo bien lo manda hacer justo donde se ubicara el centro del Imperio Azteca: Al rededor de la Plaza Mayor. Es así como la corona Española manda hacer los planos de los que fuera en un principio la casa de Hernán Cortés.
Al estar terminados los planos en España son mandados a las Américas por mar (lógico) junto con algunos otros planos y encargos de los Reyes. Por un error los planos fueron cambiados, y mucho tiempo después se dieron cuenta que la casa del conquistador en realidad era una Cárcel que se iba a hacer el el Perú. Como puede sonar lógico, en el Perú está la cárcel que hoy debiera ser nuestro Palacio Nacional.
Haciendo los arreglos pertinentes la Casa de Hernán Cortés quedó casi como la vemos ahora, solo fue añadido al proyecto original el tercer piso... interesante no???
1 comentario:
ey! ese es un dato interesante!
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