sábado, agosto 13, 2005

No sin mi Hija. Betty Mahmoody cuenta una historia de desesperación y valentía.

Antes que nada quiero comentar que este libro fue el primero que leí. Había leído ya muchos cuentos e historietas, que decir de cualquier cantidad de revistas.

Tenía mas o menos trece años cuando misteriosamente a mi papá le apareció un cargo en su tarjeta de credito por parte de Selecciones. Era muy tarde, yo ya había pedido los libros. Cuando llegaron fue lo primero que leí, había visto la película pero sabía que "No sin mi hija" era mas sorprendente en papel.

Betty: mujer americana, divorciada y con dos hijos.

Moody: doctor iraní, educado en Estados Unidos, musulman, soltero.

Betty y Moody se conocen en un hospital donde ella cae a causa de pequeños malestares, se enamoran, se casan y tienen una pequeña niña a la que llaman Maahtob. Todo era felicidad en la familia Mahmoody. Los parierntes de Moody venían desde Irán a tomar pequeños cursos o a tratarse en los hospitales americanos. Cuando estaban con Moody hablaban mucho pero nadie podia entender porque lo hacían en parsi (persa) apesar de que sabian ingles.

Betty no se imaginaba lo que los parientes de Moody le proponían. Un buen día Moody le dice a Betty que le gustaría hacer un viaje a Irán, Betty no se imagina que ella y su hija están incluídas en los planes. A pesar de que sabía como se trataba a las mujeres en esos países Betty creyó en su marido quien le dijo que solo irían dos semanas a vacacionar y regresarían con regalos para todos.

Partieron de Chicago con escala en Zurich en un SwissAir. La llegada a Teherán no pudo tener mas sorpresas. Un país extraño y con costumbres muy diferentes. Los WC son inexistentes, la gente hace sus necesidades en orificios forrados con azulejos, las mujeres visten Chaadores que les cubren todo el cuerpo aunque la temperatura supere los 40 grados, no hay mesas, la gente come en alfombras, no hay cucharas, se come con la mano.

Algo que Betty tubo que soportar apenas a su llegada fue descubrir que ella tambien tenpia que usar Chaador incluso en casa de su cuñada Ameh Bozorg quien era la mariarca de la familia. Rezaban durante la madrugada hasta en dos ocasiones y no se bañaban a menos que tubieran relaciones sexuales. Obviamente Betty y Moody se bañaban todos los días y eso era mal visto por todos.

Al acercarse la fecha de regreso Moody le dice a Betty que se quedarán. El impacto no pudo ser mas duro, Betty fue despojada de su pasaporte y de mas identificaciones. Estaba secuestrada por su propio marido en un país desconocido donde la mujer no vale nada.

Así comienza la deseperación por volver a su país, por ser libre. En Irán Betty es una mujer iraní, puesto que esta casada con un iraní, no puede salir del país sin el permiso de su marido. Puede hacerlo como americana perdiendo todos sus derechos incluyendo el de madre. La pequeña Mahtob ahora depende de su padre, un padre que de la noche a la mañana se ha convertido en un tirano y ha sacado su parte iraní. Betty es humillada y golpeada pero nada puede hacer, ya que cualquier cosa que intente afectará a si hija.

Son muchos los casos de mujeres en esa situación, muchas han logrado adaptarse a la vida musulmana y muchas otras han escapado, nunca con sus hijos, es el duro precio que tienen que pagar por su libertad.

Fingiendo adaptación despues de meses de dificultades Betty es un poco mas libre y puede salir con permiso de su marido a la calle para comprar el mandado, es así como contacta a muchas bandas de traficantes que pueden sacarla del país, pero no aceptan llevar a su hija.

Una banda de contrabandistas por fin acepta, tendrá que pagar mucho dinero que ya tiene su familia en Estados Unidos, la desesperación se apodera de ella al no poder salir a causa del mal tiempo en la zona de montaña. Cuando por fin recibe la señal sale de su casa y se refugia con la gente de la banda.

Sigue en Teherán, su marido sabe que ha huído, es buscada por la policia iraní. Aún así el plan sigue en pie y dos dias despues sale de la ciudad con destino a Tabriz (al norte de iran), ahi despues de cambiar varias veces de vehículo se internan en las montañas que dividen Irán de Turquía. Mas de cuatro días son los que tienen que pasar en la zona Curda de Irán montando a caballo, caminando y durmiendo en pequeñas chozas en pleno invierno. Betty comienza a sufrir de hipotermia cuando divisa a lo lejos un puesto de control.

Es la entrada a Turquía, su libertad. Tiene que cruzar sin ser vista por la policia de Irán y de ahi seguir como pueda hacia la ciudad fronteriza de Van.

Lo logra.

Despues de meses de sucuestro, de sufrir hipotermia y desvanecerse de cansancio Betty y Mahtob llegan a la embajada Norteamericana en Ankara, donde los espera su anhelada libertad.

Un verdadero ejemplo de lucha y perseverancia. Una mujer real que hora vive en su natal Estados Unidos bajo identidades distintas, protegiéndose de un marido que puede hacerle daño.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo he visto la pelicula unas mil veces,buuenoo,no tantas!!pero si varias,y me encanta,es una pelicula llena de tradiciones y costumbres que a nosotros los occidentales nos parecen desquiciadas,admiro su fuerza y coraje para defender su religion,pero hace tiempo lei una frase,La Religion sin ciencia es fanatismo, sera? Dan cual es la pagina esa donde tu pides tus libros me gustaria pedir este mismo.Por cierto ,dices que Betty tenia 2 hijos y era divorciada antes de casarse con el Irani,en la pelicula no se mencionan esos hijos solo Mahtob ,sabes algo de eso? Espero que sigas escribiendo Dany,tienes un poco abandonados estos lugares ciberneticos!

Chely P.

Gilgamesh dijo...

Hola, llegué a este blog cuando buscaba información del libro mencionado en esta entrada. Una excelente reseña de la película que por cierto no he visto, el libro lo recibí como regalo al suscribirme a la revista "Selecciones".
¿Existirá alguna versión web/PDF del libro? Gracias de antemano.

Gil Galindo
gilgalindo@gmail.com

Anónimo dijo...

Yo leí ése libro hace ya muchos años, también de los condensados de Selecciones. Un gran ejemplo de valetía y amor. Tal vez en ése tiempo no lo valoré tanto como ahora que tengo una hija. No soy tan valerosa como Betty, pero tratándose de mi hija yo haría cualquier cosa por ella. Lo que sea. Saludos y muchas gracias por tu reseña, que ha hecho que desempolve ésta novela para volver a leerla.